DESCUBRE LA HISTORIA DE VAMGIRYS JCC

El Origen:

En el reino más allá del tiempo y el espacio, donde la existencia es apenas una chispa en un océano infinito, existían seres míticos conocidos como los "Creadores Primordiales". No eran dioses, pues su esencia trascendía incluso el concepto de divinidad. Los Creadores Primordiales eran fragmentos vivos, conciencia pura tejida con la urdimbre de la creación misma, capaces de moldear la realidad con un solo pensamiento. Ellos creaban y gobernaban los elementos; eran las fuerzas que hacían posible la existencia.

En el inmenso tapiz de la existencia, los Creadores Primordiales no habitaban solo en un único plano, sino que se extendían a lo largo de infinitas realidades, cada una llamada "Nexorian". Los Creadores Primordiales eran omnipresentes, existiendo simultáneamente en todos los Nexorians, uniendo los hilos de la creación a través de cada uno de estos planos.

Cada Creador encarnaba un principio fundamental. Por ejemplo, el Creador del fuego no solo gobernaba las llamas en un solo Nexorian, sino que su esencia ardía en todos ellos. En cada rincón donde existía el fuego, él estaba presente. Además, cada experiencia que sus manifestaciones vivían en un Nexorian era compartida por sus otras versiones. El conocimiento que adquirían era acumulativo, permitiéndoles una comprensión total de su elemento a lo largo de la vasta red de realidades.

Esta interconexión les otorgaba una inmortalidad fragmentada y descentralizada. Si por alguna razón un aspecto de un Creador, como el fuego, moría o desaparecía en un Nexorian, su esencia continuaba existiendo en los otros Nexorians. La muerte en uno no significaba el fin; simplemente era una pérdida parcial que el Creador podía soportar, pues su ser continuaba en los demás.

Sin embargo, a pesar de esta omnipresencia y poder compartido, su lucha por la expansión de sus dominios llevó al caos en un Nexorian específico.

Comenzó a surgir una disputa silenciosa. Al principio, su unión era perfecta y su propósito claro: crear, contemplar y mantener el equilibrio. Sin embargo, con el paso de las eras, cada Creador comenzó a desear expandir sus dominios, no por poder o control, sino por una voluntad innata de ver sus propios aspectos de la existencia florecer más allá de lo imaginable.

Lo que comenzó como una competencia sutil para moldear nuevas esferas de realidad pronto se convirtió en un conflicto abierto. Los Creadores Primordiales, seres capaces de controlar los elementos y las leyes fundamentales, desataron una guerra entre ellos. Cada uno intentaba imponer su voluntad sobre el Nexorian, doblando el tejido del espacio-tiempo y desestabilizando la creación misma. Su lucha provocaba ondas de destrucción que se extendían por todos los rincones y el orden se convertía en caos.

Con el tiempo, el Nexorian no pudo soportar la presión. Los fragmentos de realidad comenzaron a desmoronarse, y el nexorian, antaño un vasto océano de infinitas posibilidades, empezó a colapsar sobre sí mismo. Los Creadores Primordiales, observaron impotentes cómo todo lo que habían forjado se desmoronaba.

Pero el colapso no solo destruyó su obra; también afectó a los Creadores mismos. La inestabilidad era tan profunda que incluso sus poderes, una vez ilimitados, se vieron erosionados. Cada uno, en su soledad, descubrió que ya no podía moldear la realidad como antes. La esencia misma había quedado tan fragmentada que ningún Creador, por sí solo, podía repararlo.

En su desesperación, comprendieron una amarga verdad: si querían restaurar el Nexorian, tendrían que hacerlo juntos. Dejando atrás sus diferencias, los Creadores Primordiales se unieron por primera vez desde el inicio del conflicto. Ya no como rivales, sino como partes de un todo mayor. Con cada Creador aportando una pieza del vasto rompecabezas, comenzaron la ardua tarea de restaurar el equilibrio.

Con el tiempo, y a través de un esfuerzo conjunto que trascendía su individualidad, lograron estabilizar el Nexorian.

Cada ves que los creadores usaban sus poderes, formaban una onda que viajaba a traves de la nada misma, estas ondas salian del nexorian. Estas ondas, denominadas "Ecos", no eran simples reverberaciones de energía, sino manifestaciones vivas de la creación misma.

Fue en estos Ecos, donde los Creadores decidieron engendrar a sus hijos. Los Vamgirys no habitaban dentro del Nexorian como sus padres, sino que existían en estos Ecos que viajaban eternamente por la nada. Cada Vamgirys, nacido de las emociones y fuerzas más puras, era un reflejo de los deseos y experiencias acumuladas por sus progenitores. Sin embargo, a diferencia de los Creadores Primordiales, los Vamgirys existían para expandir los dominios de su creador.